Campo Formativo 2022
Una experiencia que forma y transforma
Durante el mes de julio, la ciudad de Saltillo, Coahuila, recibió a 22 de jóvenes de distintos lugares de la república mexicana para vivir la experiencia del campo formativo, que es un espacio de encuentro personal, comunitario, con la realidad y con Dios. Enfocado a potenciar las habilidades de los jóvenes para ponerlas al servicio de los demás a través del voluntariado.
La comunidad de las FMA, Aldea Infantil Pepita de Valle Arizpe, casa hogar de niñas, abrió sus puertas para recibir con alegría a jóvenes entre 16 y 36 años de edad, originarios de: Nuevo León, Sonora, Baja California Sur, Coahuila, San Luis Potosí y Jalisco, quienes vivieron 9 días de formación integral en preparación para realizar un voluntariado local y nacional a través de la formación propia de VIDES (Voluntariado Internacional, Desarrollo, Educación y Solidaridad), o bien solicitar la experiencia de discernimiento y/o aspirantado con las hijas de María Auxiliadora.
El campo formativo dio inicio el 15 de julio de 2022 y concluyó el 24 de julio de este año. En esta experiencia se vivieron momentos de fraternidad, oración, apostolado y formación integral con enfoque humano, espiritual y salesiano que permitió a los jóvenes adentrarse en este carisma y espiritualidad. Se contó con la experiencia y testimonio de sacerdotes diocesanos, un sacerdote comboniano, laicos e Hijas de María Auxiliadora. De manera virtual acompañaron Madre Chiara Cazzuola (superiora general de las FMA), Sor Annecie Audate (delegada internacional de VIDES) y Sor Maria Grazia Caputo (fundadora de VIDES) y con la presencia cercana de nuestra provincial Sor Leonor Salazar quien, al inicio de la experiencia nos dio la bienvenida y al final del Campo Formativo estuvo para compartir la Eucaristía y hacer el envío de voluntarios. En modalidad virtual algunos jóvenes compartieron sus experiencias como voluntarios locales, nacionales e internacionales.
Esta formación tuvo como objetivo conocer qué se necesita para ser voluntario VIDES, cuya labor es servir a niños y jóvenes, acompañados de las Hijas de María Auxiliadora, teniendo como modelo a San Juan Bosco y Santa María Mazzarello, siendo iluminados por Cristo y María Auxiliadora.
Al detectar una fuerte necesidad de conocimiento personal, autovaloración y educación en la afectividad-sexualidad, se organizó un apostolado en la Capilla de María Auxiliadora. Se trabajó con la propuesta “Llamados por amor para amar”, en la que se ofrecieron talleres para abordar dichos temas. También hubo nivelación académica de español y matemáticas, acompañada de juegos, oración y convivencia. Esta experiencia permitió a los jóvenes VIDES conocer un poco de algunas de las actividades que se hacen dentro de un voluntariado. En todo momento estuvieron acompañados y asesorados por un equipo de servidores conformado por cuatro Hijas de María Auxiliadora, una aspirante y jóvenes VIDES.
Tras una semana de formación, se concluyó con un retiro de opción, en el cual, los participantes tuvieron la oportunidad de conocer más sobre las vocaciones específicas para continuar su proceso de discernimiento iluminados por el Espíritu Santo para decidir si hacer un voluntariado y dónde realizarlo o seguir en acompañamiento espiritual. Este momento de decisión se vivió en la Casa de María de Nazareth, lugar donde viven las Hijas de María Auxiliadora de mayor edad.
El retiro culminó con una misa de envió en la Parroquia de Nuestra Señora de Schoenstatt, en donde fueron enviados a la misión diez jóvenes que decidieron hacer voluntariado, nueve a nivel local y una a nivel nacional y una joven originaria de La Ribera, Baja California Sur comenzará su proceso de aspirantado en Guadalajara, Jalisco para convertirse en Hija de María Auxiliadora. Además, se hizo la renovación de compromiso del consejo VIDES.
Con grandes frutos y con el corazón gozoso, cada uno parte a sus destinos acompañados siempre de María.
Agradeciendo de todo corazón a todos los bienhechores, colaboradores, comunidades salesianas y a cada FMA que hicieron posible este Campo Formativo, a todos los que acompañaron con su oración y colaboración en la formación; de una manera especial a la comunidad parroquial y a la comunidad de la Aldea Infantil quienes abrieron las puertas para llevar a cabo esta experiencia, a los sacerdotes que acompañaron y al equipo que organizó y sirvió en esta vivencia. Dios, a través de su Espíritu Santo, siga sembrando la semilla de la entrega y de ser voluntario en el corazón de muchos más jóvenes para continuar con la misión que iniciaron Don Bosco y Madre Mazzarello: trabajar con las manos, mente y corazón en favor de los niños y jóvenes, caminando juntos a la santidad.
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