Fiesta de la Gratitud Mundial 2017
Con alegría hoy se realiza en AFRICA a nivel mundial la Fiesta de la gratitud, que tiene sus orígenes en el contexto familiar de Valdocco y de Mornese.
Nacida en la sencillez de la experiencia salesiana, desde el principio, esta fiesta ha puesto en movimiento los corazones de los jóvenes y de los primeros salesianos en Valdocco, de las jóvenes y nuestras primeras hermanas en Mornese; desde entonces, esta gozosa gratitud se expresa de generación en generación en nuestro Instituto. En esta ininterrumpida estela, nos encontramos hoy para manifestar nuestro gracias al Padre por los inconmensurables bienes que nos concede, en particular por el don de la Madre, de cada FMA y de las comunidades de nuestro mundo.
Expresaremos nuestra gratitud a la Madre, vínculo de unidad y de comunión en el Instituto, por su vida, entregada plenamente y sin condiciones; por la vida y la vocación de cada hermana; por las /os jóvenes, las /os seglares, los padres y los miembros de la Familia Salesiana que comparten con nosotras la misión educativa. lo haremos con los colores, los sonidos y los signos de África.
Esta bellísima fiesta se celebrará en Cotonú (Benin) en la Inspectoría de África Occidental Madre de Dios, hoy 26 de Abril, de 2017
El tema es:
"Con un corazón oratoriano, en la comunidad educativa, llevamos con audacia a los jóvenes la alegría del Evangelio"
El tema propuesto nos invita a aumentar la convicción de que la realidad es el lugar del encuentro con Dios, conscientes de que no son las planificaciones las que nos renuevan sino el ver la realidad con Su mirada.
El tema propuesto se resume en el slogan: De todo corazón, anunciamos la Alegría! y se expresa en su totalidad en la representación del logotipo: un corazón rojo, grande, vibrante que contiene colores vivaces, el tam-tam, las cabañas, una de las cuales lleva en lo alto una cruz, el cielo crepuscular que prepara la salida del sol, el sendero verdeante que conduce a la cruz.
Con un corazón oratoriano: el corazón rojo y palpitante en este logotipo, expresa la alegría de continuar el camino de seguimiento de Cristo por la salvación de los jóvenes. Un corazón que siempre está listo para ir hacia ellos, como el de nuestros Fundadores, con aquella caridad pastoral, que debería caracterizar toda presencia salesiana en cualquier obra y que se expresa en cercanía, bondad, paciencia, atención, escucha, espíritu de familia. En la comunidad educativa: las cabañas, sobre una de las cuales destaca la cruz, significan las comunidades que hay que formar, con el corazón oratoriano que es una característica inconfundible de nuestros Fundadores. Sin embargo, estas cabañas no son iguales. La que lleva la cruz en lo alto quiere significar, nuestra presencia como FMA, entre nuestros colaboradores que forman parte de la misma comunidad educativa. Gráficamente, pues, nuestra comunidad religiosa ocupa un lugar destacado por la responsabilidad de testimonio, de animación, de significatividad pastoral que caracteriza nuestra vocación, pero también se coloca en el mismo espacio/territorio de las otras cabañas para significar que, justamente con su específica identidad, reconoce, compartiéndolo, el valor de la comunidad que en el contexto africano está concebida como una gran familia. Por último, la contigüidad de las chozas entre sí pone de manifiesto la comunión con y entre los colaboradores en la misión educativa.
Llevamos a los jóvenes con audacia: el cielo crepuscular aquí no prepara la noche, sino la salida del sol.
Detrás de las cabañas, por un lado, los colores de un cielo crepuscular se juntan y se mezclan con el color del corazón y por otro el cielo azul está dominado por un gran sol luminoso. Para realizar este paso se necesita la audacia del amor que salesianamente, con corazón oratoriano, solícito, como el de nuestros Fundadores, y abierto a la acción del Espíritu, va hacia los jóvenes allá donde Él le envía. Esta imagen simbólica se expresa en un bellísimo proverbio africano: “donde se ama, nunca cae la noche”.
La alegría del Evangelio: el tam-tam y el camino que conduce a la cruz.
La alegría del Evangelio está representada por el tam-tam que inclinado hacia el camino que verdea, expresa nuestro compromiso de sembrar la alegría de la Buena Nueva en el corazón de los jóvenes. Este compromiso es significativo si está sostenido por la experiencia concreta en la comunidad. Quien ha encontrado al Señor y lo sigue fielmente es mensajero de alegría. El tam- tam se convierte, entonces, en signo de la alegría que, felices de nuestra vocación, testimoniamos con la vida y que permite a los jóvenes reconocer la presencia de Dios en nosotros.
El camino es verdeante, porque creemos que las semillas florecerán y darán fruto a pesar de la dureza aparente del corazón de nuestros destinatarios. Nuestro objetivo es ayudar a todos los jóvenes a descubrir y encontrar a Cristo con quien permanecemos y de quien contemplamos el rostro; por eso el camino lleva a la cruz que se encuentra en lo alto de nuestra casa - comunidad.